POLICIALES
Asesinaron a puñaladas a un ex policía de la Bonaerense e incendiaron su casa para borrar los rastros.
Ocurrió en General Rodríguez. El hombre tenía 78 años y vivía solo. La principal hipótesis es que el crimen sucedió luego de un robo
Oscar Alberto Ávalos, un policía retirado de la Provincia de Buenos Aires de 78 años, fue asesinado en su casa de la localidad de General Rodríguez. Delincuentes lo mataron a puñaladas en su habitación con la supuesta intención de robarle. Luego, incendiaron la escena crimen para borrar cualquier tipo de rastro.
Según indicaron fuentes judiciales con acceso a la investigación a Infobae, el hecho ocurrió entre la noche del sábado pasado y la madrugada del domingo cuando los integrantes del Comando Patrulla y del cuartel de Bomberos de zona recibieron un alerta por un incendio. El fuego se registró en una casa ubicada casi en la intersección de Los Aromos y Mario Bonino, en el barrio Maravilla del Oeste, un lugar residencial situado unas cuantas cuadras de la Ruta 7, de viviendas bajas y calles de tierra.
Tras extinguir el fuego, los efectivos que llegaron hasta el lugar observaron que dentro de la habitación estaba muerto Ávalos. Como el incendio apenas causó daños en el dormitorio de la víctima y no alcanzó a carbonizar el cuerpo, los investigadores pudieron establecer que se trataba del policía retirado con jerarquía de suboficial mayor, que además vivía solo en su casa.
Se pudo constatar, en base a las primeras observaciones de la Policía Científica, que la víctima fue asesinada con saña. Le clavaron varias puñaladas en el pecho y en el estómago. Además, lo golpearon violentamente en la cabeza.
De la casa faltaban algunos objetos, por lo que la principal hipótesis es que se habría tratado de un asalto. Por eso la fiscal que interviene en la investigación, Alejandra Silvana Rodríguez, titular de la Unidad Funcional de Instrucción Nº9 del Departamento Judicial de General Rodríguez calificó el expediente como homicidio agravado en concurso con robo. “Quisieron quemar todo para borrar las pruebas pero el fuego sólo quemó el cuarto”, aclaró una fuente del caso, que fue adelantado por Semanario Actualidad.
Las fuentes consultadas afirmaron que el hombre de 78 años es padre de un oficial también bonaerense de alta jerarquía. Según trascendió, prestaría servicios en la zona de Pergamino. Sin embargo, aclararon que no hay relación -al menos por el momento- de ese vínculo con el crimen. De hecho, la familia se manifestó sorprendida porque, de acuerdo con lo que le indicaron a la Justicia, Ávalos no tenía ningún tipo de conflicto con nadie. Incluso, aseguraron que no tenían conocimiento de que hubiese recibido amenazas en los días previos.
Por orden de la fiscal Rodríguez, efectivos de la comisaría de Las Malvinas (2° del distrito) y de la Dirección Departamental de Investigaciones de la zona realizan diferentes procedimientos en el barrio para esclarecer el asesinato. En este momento están abocados a la recopilación de testimonios de vecinos y a la observación de cámaras de seguridad para tratar de obtener una pista de los asesinos. También se analizan los últimos movimientos del ex policía y las llamadas de celular efectuadas en los días previos al hecho. Para eso, indicaron, es importante también la información que revelen las antenas de telefonía celular.
Otro ex policía baleado en un robo
Hace poco más de un mes, un ex integrante del Cuerpo de Inteligencia de la Policía Federal fue baleado en la pierna cuando intentó defenderse con una pistola de delincuentes que le quisieron robar la moto en el partido bonaerense de La Matanza. Tras escapar de ellos, fue trasladado a un hospital de la zona.
El hecho ocurrió el domingo 13 de agosto, cerca de las 17:30, cuando la víctima circulaba a bordo de su BMW R1200GS Adventure por la Autopista Riccheri y a la altura de Puente 12, entre las localidades de Aldo Bonzi y Ciudad Evita, fue interceptado por seis hombres que viajaban en otras tres motos.
El agente retirado fue sorprendido por los asaltantes que lo encerraron y lo obligaron a detener la marcha cerca de un templo religioso, para luego amenazarlo con al menos dos armas de fuego, una de calibre 9 milímetros y la otra, de 45 mm.