El Gobierno ratifica la desregulación de la yerba mate y propone reconversión productiva ante la crisis del sector

La Casa Rosada reafirmó su política de desregulación en el sector yerbatero y descartó cualquier intervención para establecer precios mínimos. En una reunión en Buenos Aires, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Sergio Iraeta, transmitió a los representantes del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) la posición oficial: la crisis no se debe a la falta de regulación, sino a una sobreoferta de materia prima.

Ante este panorama, el Gobierno propuso una reconversión productiva del sector, sugiriendo que los productores reduzcan la superficie plantada de yerba mate y diversifiquen su producción agrícola. Esta medida recuerda estrategias aplicadas en otras economías regionales, como la del tabaco en Misiones, y busca equilibrar la oferta del producto en el mercado.

Flexibilización de importaciones y su impacto en los productores

Otra de las propuestas presentadas en el encuentro fue la eliminación de restricciones para la importación de yerba mate canchada. Actualmente, existen regulaciones que controlan la calidad del producto que ingresa al país, pero el Gobierno sostiene que esta responsabilidad debería recaer exclusivamente en el SENASA.

La apertura del mercado a la yerba importada podría generar un impacto significativo en los productores nacionales, ya que aumentaría la competencia y podría afectar la calidad del producto final disponible en el país. Representantes del sector productivo criticaron esta medida, señalando que favorece a las grandes industrias y profundiza el proceso de concentración económica en el rubro.

Mientras tanto, más de 14 mil productores continúan reclamando un precio justo para la materia prima. Desde el Gobierno, sin embargo, consideran que el problema es exclusivo de Misiones y no muestran intención de revertir la desregulación implementada a través del mega DNU de diciembre de 2023.