Joven embarazada atacada por su pitbull en Córdoba: grave estado tras mordeduras en el rostro
Una joven embarazada, de 22 años fue brutalmente atacada por su perro pitbull en Córdoba, dejándola con graves lesiones faciales.

Una joven de 22 años vivió una experiencia traumática luego de ser atacada por su propio perro de raza pitbull en la ciudad de Córdoba. El hecho ocurrió en una vivienda del barrio Maipú 1° Sección, donde la víctima sufrió profundas heridas en el brazo y parte del rostro. Según reportes locales, el episodio desencadenó una rápida intervención de los servicios de emergencia para garantizar la estabilidad tanto de la mujer como de su bebé de cinco meses de gestación.
La joven recibió atención inicial en el Hospital San Roque antes de ser derivada a la Nueva Maternidad Provincial para una evaluación más detallada. Posteriormente, fue trasladada al Hospital Córdoba, donde actualmente permanece bajo observación médica. Este tipo de incidentes ha generado preocupación entre las autoridades, que han comenzado una investigación para analizar las condiciones que llevaron al ataque y si el animal cumplía con los requisitos legales para su tenencia. Tras el incidente, el pitbull fue sacrificado mediante eutanasia por un veterinario.
El segundo caso en dos días refuerza la necesidad de medidas de precaución con razas potencialmente peligrosas
Este no es un caso aislado en la región. Solo un día antes, otra persona, una mujer de 72 años, fue atacada por un pitbull en el barrio San Javier. Durante ese episodio, la víctima sufrió múltiples cortes en el rostro, cuello y brazos, lo que requirió atención médica inmediata en la Clínica Aconcagua. Las investigaciones revelaron que el perro involucrado había escapado de la propiedad de su dueño en un descuido del encierro.
Las autoridades destacan la importancia de seguir normativas específicas para la tenencia de razas consideradas potencialmente peligrosas, además de insistir en la supervisión constante de estos animales. La convivencia con mascotas debe basarse en la responsabilidad de sus dueños, quienes deben asegurar tanto la seguridad de sus familias como la del entorno. Estos recientes incidentes son una llamada de atención para reforzar estas prácticas y evitar tragedias futuras.