Las conquistas del INYM
El Instituto Nacional de la Yerba Mate bajo la Presidencia de Juan José Szychowski logró posicionarse como un verdadero reivindicador del pequeño productor yerbatero y, al mismo tiempo, demostró su compromiso con los consumidores.
Uno de los hechos históricos fue la firma del convenio entre el INYM y el Gobierno de Misiones con el objetivo de brindar cobertura integral de salud a los productores yerbateros y sus familias. En una primera etapa, benefició a más de 4.500 pequeños productores de hasta 5 hectáreas de yerba mate o que cosechan hasta 25 mil kilos anuales.
Mediante esta cobertura, los productores misioneros pudieron acceder a atención en los hospitales, sanatorios y clínicas privadas que mantienen convenio con el Instituto de Previsión Social de Misiones (IPS). El convenio tiene una vigencia por 10 años con la posibilidad de ser renovado automáticamente.
Por otro lado, la calidad de la yerba mate se ha convertido en una de las prioridades, una clara muestra de compromiso con los consumidores del producto. Dan cuenta de ello los controles que realizaba el Instituto, que intervenía e inutilizaba grandes cantidades de palo de yerba mate. Mediante el trabajo meticuloso de su Área de Fiscalización se logró preservar la calidad del producto y promover la mejora continua en los establecimientos elaboradores.
Por su parte, el Gobierno Provincial, desde el año 2017, tomó la decisión de no cobrar Ingresos Brutos a los productores primarios misioneros, entre los que se encuentran los yerbateros. Esto pudo ser posible luego del Consenso Fiscal firmado por las provincias con el Gobierno Nacional mediante el cual, en una de sus cláusulas, las habilitaba para cobrar dichos impuestos. Al día de hoy, esta medida de alivio fiscal tomada por la Provincia beneficia a cerca de 10 mil productores.

Un déjà vu de los nefastos ’90
El tristemente célebre decreto 70/2023 marcó el comienzo de una nueva crisis en el sector yerbatero. Al igual que en la década del ’90, quienes impulsaron la desregulación lo hicieron sosteniendo que el productor iba a poder vender más. Una gran mentira. La realidad indica que hoy la provincia tiene unos 13 mil productores rehenes de los cada vez más poderosos molineros, una especie de “casta yerbatera”.
Si algo le faltara a este complejo escenario, el consumo de yerba mate en el país está en picada. Según el propio INYM, los niveles son los más bajos desde 2016.
Hace poco se conoció el dato que indica que durante el año pasado Argentina exportó mas de 44 millones de kilos de yerba mate, marcando un récord histórico. Esto representó un aumento del 10% en comparación con 2023.
Los datos publicados por el INYM dan cuenta de que durante 2024 se logró una producción nacional cercana a los 1.000 millones de kilos de hoja verde, un valor que superó en un 27,3% a la cosecha del año anterior.
Ahora bien, según se pudo conocer en este último tiempo, los productores están recibiendo la vergonzosa suma de entre 120 y 150 pesos por kilo de hoja verde, mientras que en la góndola de los supermercados, el paquete de un kilo de yerba se paga hasta 5 mil pesos. La pregunta que nos hacemos todos es ¿Quién es el gran ganador en este escenario?
Recientemente escuchábamos a uno de los referentes de la reedición de la protesta yerbatera, Hugo Sand, quien explicaba que con estos números la transferencia de ganancias al sector industrial en desmedro de los productores es de unos 200 mil millones de pesos. Una obscena cifra que causa escalofríos cada vez que pensamos en el sacrificado trabajo que llevan adelante los productores en las chacras trabajando de sol a sol.
La semana pasada hubieron novedades desde el Gobierno Provincial, que a raíz del conflicto desatado en el sector en este último tiempo y con el objetivo de corregir las asimetrías generadas por la desregulación de la actividad yerbatera, convocó a todos los referentes del sector y dejó conformada la Mesa Yerbatera Permanente. Los grandes ausentes fueron, como siempre, los industriales correntinos.
En la reunión se acordó la redacción de un petitorio en donde se solicita al Gobierno Nacional la modificación del Código Alimentario Argentino para reducir el contenido de palos en la yerba mate del 35% al 25% y disminuir las hojas de hierbas en la yerba compuesta del 40% al 10%.
Una segunda cuestión planteada en la primera reunión de la Mesa Yerbatera Permanente fue la intención de elevar a la Nación un nuevo pedido para la designación de un presidente para el INYM, una iniciativa de los productores yerbateros, los trabajadores rurales y los integrantes del directorio del organismo, pero que hasta el momento tiene la negativa de los molineros misioneros.
Así las cosas, quedó abierta la convocatoria para una nueva reunión el próximo lunes para seguir buscando consenso respecto al pedido de designación de un nuevo presidente.
Mientras tanto, en diferentes zonas de la provincia se siguen llevando a cabo reuniones y asambleas de productores que avanzan en la firme idea de suspender la cosecha hasta tanto exista un precio justo. Esta postura viene ganando adeptos en las diferentes regiones y puede llegar a poner en aprietos a los molineros que necesitan mantener el stock de materia prima en sus galpones.
Debe quedar claro que la protesta yerbatera es un reclamo legítimo del productor y está ajena a cualquier intento de politización de determinados sectores inescrupulosos que buscan la mínima oportunidad para obtener un rédito político. Nuestros productores merecen ser reconocidos, debemos reivindicar su lucha entre todos y sumarnos al reclamo ante los poderosos que forman parte de la “casta yerbatera”. ¡Precio justo ya!
(*) Abogado. Diplomado en Manejo de Crisis y en Análisis de Procesos Electorales. Especializado en Comunicación de Gobierno y Electoral. Becario de la Fundación Konrad Adenauer (Alemania) y del Centro de Análisis y Entrenamiento Político (Colombia).