Benito Cabrera, un jubilado de 65 años, perdió la vida al recibir un disparo. Ocurrió en La Matanza, cuando defendió a sus nietas durante un intento de asalto. Viajaba con su hija, su yerno y las menores en un Chevrolet Celta. Dos delincuentes en moto interceptaron el vehículo.
El conductor tocó la bocina para alertar a los vecinos. Esto provocó la huida de los asaltantes. Sin embargo, uno de ellos disparó antes de escapar. La bala ingresó por la ventana trasera izquierda e impactó en la axila de Cabrera. Él cubrió a las niñas con su cuerpo para protegerlas.
La familia lo trasladó a la Clínica Figueroa Paredes. Allí, los médicos intentaron reanimarlo durante varios minutos. Finalmente, confirmaron su fallecimiento.
El dolor de la familia y el pedido de justicia
Helena Bane, hija de Benito, habló con profundo dolor. Recordó que su padre era un hombre trabajador, honesto y dedicado a su familia. “Estaba empezando a disfrutar de su jubilación”, dijo.
Según Helena, los asaltantes golpearon el auto con un arma mientras las niñas estaban dentro. Fue entonces cuando dispararon contra Benito. Él se interpuso para salvarlas.
En la clínica, su sobrina de tres años le dijo: “Me lo mataron al tata, tía”. Minutos después, confirmaron la muerte de Benito. La familia asegura que detuvieron a dos jóvenes. Sin embargo, no está claro si son los responsables del crimen.
“Estamos destrozados. Solo pedimos justicia”, afirmó Helena. Su clamor refleja el hartazgo de una comunidad ante la creciente inseguridad.