«La Mancha Venenosa: El Caso Kiczka y la Implosión de Juntos por el Cambio en Misiones»
El caso Kiczka desata crisis en Juntos por el Cambio, provocando renuncias y desconfianza social en Misiones.

El caso Kiczka no solo sacudió las bases de Juntos por el Cambio en Misiones, sino que también expuso las profundas fisuras dentro de una coalición que alguna vez se presentó como alternativa sólida al oficialismo. La acusación de pedofilia contra el exdiputado Germán Kiczka generó un impacto devastador en la estructura política de la provincia. Las reacciones tardías y erráticas de los líderes opositores evidenciaron su incapacidad para gestionar una crisis de tal magnitud.
Pedro Puerta, mentor político de Kiczka y figura central del espacio Activar, intentó desvincularse del escándalo sin éxito. Su figura quedó marcada por el rechazo social masivo, obligándolo a un retiro forzado de la vida pública. La parálisis inicial de los socios políticos de Puerta y sus posteriores intentos por minimizar el caso terminaron por erosionar aún más la confianza ciudadana en la alianza opositora.
La Desintegración de Juntos por el Cambio: Renuncias y Aislamiento Político
El efecto dominó provocado por el caso Kiczka llevó a una serie de deserciones en masa dentro de los partidos que conformaban Juntos por el Cambio. El PRO, que intentó distanciarse argumentando que Kiczka pertenecía al bloque Activar, no pudo evitar ser salpicado por la polémica. Las renuncias de figuras clave como Alfredo Schiavoni y Natalia Dörper dejaron al partido fundado por Mauricio Macri en una situación de debilidad extrema.
Por su parte, el radicalismo tampoco escapó al colapso. El histórico partido atraviesa una de sus peores etapas, con dirigentes abandonando sus filas debido a las luchas internas y la falta de respuestas ante el escándalo. El caso Kiczka no solo destruyó reputaciones individuales, sino que también sepultó cualquier posibilidad de unidad dentro de la oposición misionera.
Lo que comenzó como un juego infantil de evadir la «mancha venenosa» se transformó en una metáfora cruel de la realidad política provincial. En este contexto, el futuro de Misiones parece estar en manos de quienes logren reconstruir la confianza perdida tras una crisis que desnudó las falencias de una alianza fragmentada.