La Yerba Mate y la Injusticia de Siempre: Los Zares se llevan todo
Los productores de yerba mate enfrentan precios injustos mientras los grandes molinos dominan el mercado y se llevan las mayores ganancias.

Nota de Opinión Por Ygor Sobol – Productor yerbatero.
El sector yerbatero atraviesa una de sus peores crisis. Los productores siguen luchando por obtener un precio justo por su trabajo, mientras los grandes molinos continúan manejando el mercado a su favor. A pesar de que el Gobierno de Misiones insiste en establecer un precio cercano a los 50 centavos de dólar por kilo de hoja verde, los industriales se niegan a pagar esa cifra. Hoy, los pequeños productores reciben entre $185 y $240 por kilo, cuando deberían percibir al menos $500 para que la actividad sea rentable.
Desde la desregulación del mercado en enero de 2024, la situación se ha vuelto insostenible. Sin la intervención del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), los grandes empresarios imponen sus condiciones, dejando a los productores sin opción. Mientras tanto, en los supermercados, los consumidores pagan hasta diez veces más de lo que recibe el productor. La brecha nunca fue tan grande, y el sector yerbatero enfrenta un panorama desolador.

Los molinos concentran el negocio
Los grandes molinos continúan acumulando ganancias millonarias a costa de los productores. Mientras los costos de producción aumentan y los precios de venta se mantienen bajos, las empresas financian ofertas y campañas de promoción sin trasladar beneficios a quienes cultivan la materia prima.
Los yerbateros han salido a protestar, bloqueando rutas y exigiendo medidas urgentes. Sin embargo, los industriales cuentan con un fuerte respaldo en Buenos Aires, lo que les permite mantener su control sobre el mercado. La Mesa Yerbatera Permanente, convocada por el Gobierno de Misiones, busca soluciones, pero sin el compromiso de los grandes actores, la situación parece no tener salida.
Sin productores, no hay yerba
Los productores insisten en que no piden subsidios ni privilegios, sino simplemente un pago justo por su trabajo. Si la industria no reacciona y sigue empobreciendo a quienes producen la yerba mate, el conflicto se profundizará. La yerba mate es parte fundamental de la cultura argentina, pero si los grandes molinos no ceden, el futuro del sector corre serio riesgo. Es momento de que los zares de la yerba entiendan que sin productores, no hay yerba.