En distintos puntos de la provincia de Misiones, productores yerbateros mantienen cortes de ruta y acampes como medida de fuerza para exigir un incremento significativo en el precio de la hoja verde. A pesar de que algunos sectores iniciaron la zafra gruesa, las protestas no ceden debido a la insatisfacción generalizada por los actuales valores del mercado, que se encuentran entre 301 y 315 pesos por kilo, muy por debajo de los 390 pesos reclamados desde el inicio de las movilizaciones.
Según Ángel Oseñuk, referente de los productores, la situación económica actual hace insostenible continuar con estos precios. «Con la inflación que estamos teniendo, con lo que aumentó el pollo, la harina, el aceite, el azúcar… la yerba no puede ser algo que siga en baja», afirmó en una entrevista radial. Los manifestantes denuncian que, más allá de los intentos del gobierno provincial por mediar, sus necesidades no están siendo abordadas con la urgencia que requieren.
Además, criticaron la falta de acción por parte de los representantes políticos nacionales, señalando que el sector ha perdido credibilidad en todos los espacios políticos. «No queremos mezclar la política en nuestra lucha porque hemos visto los resultados cuando eso sucede», aseguró Oseñuk, destacando que el enfoque debe estar en resolver la crisis económica del sector.
Un Llamado a la Unión: “No Regalen Su Trabajo”
El mensaje de los productores va más allá de un reclamo económico; es también un llamado a la dignidad laboral. Oseñuk instó a sus colegas a no aceptar las ofertas actuales de la industria, subrayando el esfuerzo que implica cultivar y mantener los yerbales. «¿Usted que plantó la yerba, que esperó cinco años, que limpió todo el año, le parece justo regalarla?», cuestionó.
Las protestas incluyen bloqueos selectivos que impiden la circulación de camiones cargados con hoja verde o yerba canchada, aunque se respetará el tránsito vehicular de los ciudadanos. Esta estrategia busca presionar a las autoridades sin afectar directamente a la población local. Sin embargo, advierten que mantendrán estas medidas hasta que se alcance un consenso satisfactorio.
Para los productores, la batalla no solo es económica, sino también simbólica. La yerba mate representa no solo un cultivo clave para la región, sino también un modo de vida que, dicen, está en peligro si no se toman medidas urgentes.





