La disolución de la Comisión Reguladora de la Yerba Mate impulsada por Carlos Menem y Domingo Cavallo, en connivencia con el entonces gobernador Ramón Puerta, fue un golpe letal para los pequeños productores, que alzaron su voz con el histórico tractorazo. Con la creación del INYM, y el trabajo articulado con el gobierno provincial, se logró corregir el desequilibrio y las injusticias en detrimento de las familias yerbateras. Hoy la historia vuelve a repetirse con la desregulación impulsada por el decreto 70/2023.