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Violencia en las aulas: aumentan los casos de agresiones, amenazas y armas entre estudiantes argentinos

Aumentan los casos de violencia escolar en Argentina: estudiantes involucrados en golpizas, amenazas y armas dentro y fuera del aula.

La violencia en las escuelas argentinas ha dejado de ser un hecho aislado para convertirse en una problemática alarmante que atraviesa distintos niveles educativos. Golpizas entre estudiantes, amenazas con armas y situaciones de acoso se repiten con frecuencia creciente, generando temor en las comunidades educativas y dejando expuestos a niños, niñas y adolescentes en contextos de extrema vulnerabilidad emocional.

Casos recientes como el intento de tiroteo en la Escuela Media Nº 4 de Escobar, Buenos Aires, y la brutal agresión sufrida por un alumno en General Rodríguez, evidencian que los límites de la convivencia escolar han sido desbordados. Las redes sociales amplifican estos hechos, viralizándolos y dando cuenta del impacto que generan tanto en las víctimas como en sus entornos.

Misiones no está exenta: los estudiantes hablan, pero el problema persiste

En la provincia de Misiones, la situación refleja las tendencias nacionales. De acuerdo con datos de Argentinos por la Educación, más del 60% de los estudiantes del último año de primaria habla en la escuela sobre violencia y abuso. Esta cifra indica que los niños y niñas reconocen la escuela como un espacio de confianza, aunque también subraya la urgencia del problema.

El Gabinete Psicopedagógico Interdisciplinario (GPI), dependiente del Consejo General de Educación, juega un rol central en las intervenciones. Las principales consultas se relacionan con bullying, autolesiones, consumo problemático de sustancias y abandono escolar. Ricardo Luis Martín, coordinador del GPI, indicó que son los directivos escolares quienes más recurren al organismo en busca de orientación, seguidos por supervisores y docentes.

La violencia familiar también impacta en el entorno educativo

Otro dato revelador surge de las escuelas privadas de Misiones: un 32% de los directores debió intervenir ante situaciones de violencia familiar, lo que demuestra que el problema trasciende lo escolar y requiere de un abordaje integral. Si bien no posiciona a la provincia como la de mayor incidencia, sí expone una mayor disposición a registrar y actuar frente a estos episodios.

Para contrarrestar este flagelo, resulta clave fortalecer la red de apoyo institucional y comunitario. Las escuelas no pueden estar solas. La participación de centros de salud, organizaciones sociales y políticas públicas enfocadas en la prevención es indispensable para garantizar entornos seguros, donde los estudiantes puedan aprender y desarrollarse sin miedo.