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Cardenal Becciu renuncia al cónclave: el veto del Papa sacude al Vaticano

Cardenal Angelo Becciu no participará en el cónclave tras escándalo financiero y veto explícito del papa Francisco.

Angelo Becciu, el cardenal italiano condenado por corrupción y destituido de sus derechos cardenalicios en 2020, anunció oficialmente que no participará en el próximo cónclave del 7 de mayo. Esta decisión llega después de que el papa Francisco ratificara su exclusión mediante dos documentos presentados durante las congregaciones generales, en las que participaron más de 250 cardenales.

Becciu, de 76 años, justificó su renuncia como un gesto de obediencia y amor a la Iglesia, subrayando que, pese a su convicción de inocencia, prefiere contribuir a la serenidad del proceso de elección papal. Su abogado difundió un comunicado donde se lee: «Por el bien de la Iglesia… he decidido obedecer como siempre he hecho la voluntad del Papa Francisco».

El escándalo que marcó su caída en desgracia
El cardenal Becciu fue condenado a cinco años y medio de prisión por malversación de fondos y quedó inhabilitado para ejercer cargos en la Santa Sede. El juicio reveló operaciones financieras irregulares, como la compra de un lujoso inmueble en Londres con recursos del Óbolo de San Pedro, fondos destinados a la caridad papal.

Otro episodio crítico del proceso judicial fue una transferencia de 125.000 euros a una asociación vinculada a Cáritas, presidida por su hermano en Cerdeña, lo que generó fuertes sospechas de conflicto de interés.

Reformas y tensiones en el Vaticano


Este caso no solo afectó la reputación de Becciu, considerado en su momento papable y uno de los hombres más poderosos del Vaticano, sino que también expuso las tensiones internas en la Curia. El episodio ha sido interpretado como un reflejo de los desafíos que enfrenta el Vaticano en su lucha por la transparencia financiera.

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Las reformas impulsadas por el papa Francisco buscan justamente reforzar los controles en las finanzas vaticanas y evitar el mal uso de recursos sagrados, en un esfuerzo por restaurar la confianza en la administración eclesiástica.